La Segunda Oportunidad ha sido una de las grandes revoluciones silenciosas que están permitiendo, a miles de personas, salir de muchas dificultades económicas, la gran mayoría por garantizar operaciones con empresas de las que eran administradores o profesionales.
Esta espiral hizo que muchas personas, prácticamente, no pudieran ni siquiera tener una cuenta bancaria en la que domiciliar los pagos más básicos.